El 58% de las viviendas españolas son poco saludables para las personas, según revela el Estudio sobre la calidad del aire interior en las viviendas, elaborado por el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE).
El análisis ha puesto en evidencia que el dióxido de carbono (CO2), principal parámetro de referencia para medir la CAI, se mantiene en altas tasas de concentración en los hogares españoles, dos años después de la pandemia y pese al esfuerzo por adoptar medidas para ventilar las distintas estancias. En concreto, en algunas estancias está muy por encima del límite normativo de 900 ppm (partes por millón). Así, por ejemplo, en los salones, el 58% de las viviendas supera el umbral de 900 ppm, considerado poco saludable para la salud de las personas; mientras que en los dormitorios este porcentaje llega al 71%, y alcanza el 100% cuando la puerta está cerrada.
Como recuerdan desde el CGATE, los expertos consideran que la concentración de CO2 por encima de los 1000 ppm es perjudicial para la salud, nociva a partir de 2500 ppm y grave si supera los 5000 ppm.
Las viviendas en la actualidad se siguen diseñando en pro de una mayor eficiencia energética y menor consumo, lo que en muchas ocasiones confundimos con un mayor aislamiento, estanquidad y hermeticidad de las mismas. El punto de apoyo que utilizamos los profesionales para solucionar este problema es el Código Técnico de Edificación (CTE), en el que se exige una ventilación de la vivienda lo que conlleva una entrada y una salida de aire, algo que a menudo se confunde con ineficiencia.
Cómo afecta el tipo de ventana
El estudio también pone el foco en la tipología de ventanas, por ser la hermeticidad de este elemento fundamental para evaluar la calidad del aire interior. Paradójicamente, “las viviendas con la mejor calidad de las ventanas son las que mayor concentración de CO2 presentan”, señala el informe. Un 81% de los hogares con este tipo de ventanas superan los límites de dióxido de carbono marcados en dormitorios y un 75% en salones, frente al 57% de las ventanas de calidad baja en dormitorios y un 43% en salones.
Solución
¿Hermeticidad o ventilación? Hay una solución con la que se obtienen los beneficios de ambas, la ventilación de doble flujo con recuperación de calor, de esta manera podemos escoger las ventanas con la mejor calidad e independientemente de ellas conseguir un ambiente salubre. Esto se debe a que con estos sistemas de doble flujo se fuerza una entrada de aire limpio a la vivienda a través de salones y dormitorios y se fuerza una extracción del aire contaminado desde los baños y cocina, consiguiéndose la ventilación necesaria para mantener los niveles óptimos de calidad del aire interior. Este sistema incluye un recuperador de calor por el que se cruzan los flujos de aire de extracción y de entrada a las viviendas sin mezclarse, pero aprovechando la energía del aire extraído para precalentar el aire que entra en la vivienda. Gracias a ese aprovechamiento de la energía, este sistema nos ayuda a mejorar la eficiencia energética de la vivienda y a mejorar el confort de esta.
Jeremias
En Jeremias ayudamos a buscar soluciones optimas , diseñando y fabricando sistemas de ventilación de doble flujo con recuperación de calor EkkoAir, único sistema que convierte la red de conductos de ventilación de la vivienda en un intercambiador global de calor, recuperando así el máximo posible de la energía contenida en el aire de extracción y haciendo aún más eficientes estos sistemas de ventilación.
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